La razón de ser del maestro no
es solo enseñar, sino asegurar que sus estudiantes aprendan. El objetivo de la
enseñanza es el aprendizaje protagonista del proceso de aprendizaje del
estudiante.
En ocasiones los maestros se
empeñan planificar y elaborar unas actividades y llevarlas a cabo sí o sí, pero
no se trata de enseñarle exclusivamente, sino que realmente aprendan. Los
alumnos son los verdaderos protagonistas en este proceso.
Sentirse educador es sentir la
capacidad y asumir la responsabilidad de llevar a un grupo de alumnos por la
senda del desarrollo personal. Es necesaria la coordinación de todas las
actuaciones para descubrir la relación de la acción tutorial con un soporte de
desarrollo y estimular al estudiante para su vocación.
El ejercicio de la docencia al
mismo tiempo que es una capacidad es una responsabilidad, lo que implica que un
profesor bien formado tiene capacidades y actitudes para desempeñar esa acción
docente que le va a permitir conocer al estudiante, conocer los procesos de
enseñanza-aprendizaje, conocer el contexto en el que se desarrolla ese proceso
de E-A y apoyar el aprendizaje de los alumnos. Es decir, desarrollar un conjunto
de capacidades, de habilidades.
La capacidad se convierte en
una habilidad cuando la prácticas y comienzas a ser más hábil. Conectando la
capacidad con la responsabilidad entramos en un marco normativo que sirve para
tener una guía sobre la que abordar su práctica educativa, sobre la continuidad
de los procesos, coordinación de las actuaciones y esta se encuentra la tutoría
ya que no se debe dar de forma aislada y no ser impartida por un solo profesor.
Debemos asegurarnos de que se
han activado los procesos de pensamiento del niño hasta el punto de expresar lo
que el visualiza. Cuando uno activa los procesos de su pensamiento son más
metacognitivos y pueden aprender más porque se activa su pensamiento.
Un maestro es un modelo para
sus alumnos, por ello hay que tener coherencia y exigir responsabilidades a un
niño siendo nosotros a la vez responsables. Predicar con el ejemplo.
CONCLUSIÓN: La tutoría, no solo en Educación Primaria, es muy importante en la trayectoria escolar de los alumnos. El tutor tiene un papel esencial en la misma, pues es una figura que debe mostrarse como un guía que se encarga de conectar escuela y familia del alumno. Debemos destacar que debe seguir su progreso académico pero también tener en cuenta el contexto de cada uno de los alumnos, ser capaces de responder a sus necesidades y tener la capacidad de actuar ante cualquier contratiempo, acompañar a sus alumnos en su desarrollo personal. Como bien hemos dicho esta capacidad debe convertirse en una habilidad pues cada persona debe ser hábil en su profesión para poder avanzar y realizar bien su trabajo. Por tanto, un maestro debe ser un modelo para sus alumnos, predicar con el ejemplo y cumplir con su responsabilidad.
Fuentes: Power Point de Isabel María Gómez, profesora del departamento de Pedagogía en la facultad de Educación. Albacete, UCLM.
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